domingo, 16 de agosto de 2020

RAPOSO: EL MENTIROSO MÁS GRANDE DE LA HISTORIA

“RAPOSO: EL MENTIROSO MÁS GRANDE DE LA HISTORIA” 

* Investigación y Comentarios: Miguel Á. Giordano (Escritoriador y #DifusorCultural)

Se hizo una película sobre él. Seguramente debe haber algún libro, también. Cientos de notas y artículos en diferentes medios siguen hablando de este personaje sin igual.

Si a algún escritor se le ocurre escribir una historia similar, nadie se lo creería. Dirían: ¡“Qué imaginación tiene este hombre!”

Su cuerpo se parece a una famosa botella de cerveza brasileña y por eso, lo apodaron: “Kaiser”, como la marca de la bebida, y con ese sobrenombre lo corearon las hinchadas de Brasil, Estados Unidos, México y Francia.

Su nombre: “CARLOS HENRIQUE RAPOSO” y es conocido como “El jugador más mentiroso y más grande en la historia del fútbol”. 

Fue futbolista y jugó de “9” (e inventó “el falso 9”), en los principales equipos de Brasil. Pasó por el fútbol de Europa, Estados Unidos y México. Su carrera se extendió por 20 años, pero… ¡Sólo jugó menos de 20 minutos en todos esos años! Y embolsó fortunas.

¿Cómo lo hizo? Mintiendo, mintiendo… y con los trucos más increíbles.

Nació en Río de Janeiro (Brasil), en 1963 y habrá que creerle eso, por lo menos.

Fue compañero de jugadores que han sido leyendas, como Ricardo Rocha, Edmundo, Renato Gaúcho, Romario, Branco, Bebeto y Carlos Alberto Torres, entre otros.

La historia comienza cuando Raposo tenía 23 años y era amigo de Mauricio, un ídolo del Club Botafogo. Un día, medio en serio, medio en joda, Raposo le dijo al crack si le podía conseguir un contrato en el primer equipo. Nada de masajista o aguatero, sino como jugador. A pesar de que no tenía la menor idea de cómo se le pegaba a una pelota.

Lo más increíble de todo, es que el Botafogo lo contrata. Pero, claro, tenía que jugar, y él no sabía nada de eso.

Por lo que comenzó con sus estrategias para “no jugar”.

Y él mismo cuenta: “Iba a los entrenamientos y a los pocos minutos de ejercicios me tocaba el muslo o la pantorrilla y pedía ir a la enfermería. Durante 20 días estaba lesionado y en esa época no existía la resonancia magnética. Cuando los días pasaban, tenía un dentista amigo que me daba un certificado de que tenía algún problema físico. Y así pasaban los meses. En Botafogo creían tener en mí un crack, y era objeto de misterio”.

Pero, más increíble aún, es que pese a no jugar ni un minuto con Botafogo, 

al año siguiente lo compra el Flamengo, donde tenía otro gran amigo: Renato Gaúcho.

Así lo recuerda el que fue jugador de la Roma y de la Selección brasileña:

“El Kaiser ‘era un enemigo del balón’. En el entrenamiento le pedía a algún compañero que le pegara una patada y así se iba a la enfermería”.                                                                                                                                                                                                                          

                                                     Raposo junto a Renato Gaúcho (der)

Raposo llegaba al entrenamiento con un enorme teléfono celular (en ese entonces muy pocos lo tenían), y nunca nadie se dio cuenta de que era de juguete. Con ese armatoste, simulaba que hablaba con dirigentes de clubes europeos que querían ficharlo. Lo cierto es que completó el año en el Flamengo “sin jugar un sólo minuto”.

En aquella época la información no era tan accesible como hoy. 

No había webs donde leer sobre el futbolista y no había videos para ver sus supuestas cualidades.


A diferencia de la mayoría de los jugadores, Raposo era muy amable con los periodistas y les daba notas y entrevistas (y a veces dinero).

Y cuenta: “Tengo facilidad en hacer amistades. A muchos periodistas de mi época les caía bien, porque nunca traté mal a nadie. Algún regalo y alguna información interna, también ayudaban”.

Los cronistas creyeron en sus dichos y lo presentaban como un crack con mala suerte en cuanto a lesiones”. Y gracias a la buena prensa, se fue a jugar a México.

 

Llegó al Puebla y en seis meses de contrato, “no jugó ni un minuto”.

De allí se fue al incipiente fútbol de EEUU y firmó para “El Paso” y ni siquiera pisó el césped en ningún partido oficial.

Regreso a Brasil y firmó para el “América”, tradicional club de Río de Janeiro, en donde sacó otro “as de la manga”. Para no tener que entrenarse, presentó un informe médico que un doctor amigo le realizó, en el que se detallaba que Raposo tenía “un problema mental que lo bloqueaba para jugar al fútbol”.

Los cronistas creyeron en sus dichos y lo presentaban como un crack con mala suerte en cuanto a lesiones.

​Pero el sueño de Raposo era tener su “experiencia” europea.

Firma con el Ajaccio, de Francia, que disputaba la segunda división, merced a que Fabio Barros, “Fabinho”, que estaba allí, lo presentó a un directivo italiano, quien tenía contactos con la mafia calabresa.

Le hicieron una presentación digna de Messi. Él lo recuerda, así:

“El estadio era pequeño, pero estaba lleno de hinchas. Yo creía que entraba y saludaba a los simpatizantes y me iba, pero había infinidad de balones. Teníamos que entrenar y se iban a dar cuenta de que era horrible. Entonces, empecé a patear las pelota a los hinchas mientras que, al mismo tiempo, saludaba y besaba el escudo de la camiseta. Los aficionados enloquecieron. Los dirigentes se agarraban la cabeza porque los hinchas se llevaron de recuerdo todos los balones. Habré pateado unos cincuenta. No quedó ni uno”.

Era tanto su cariño por el club que “una vez jugó veinte minutos”. En el primer pique hizo como si se hubiera desgarrado y pidió seguir por amor a la camiseta. Los hinchas deliraban por ese brasileño que “no tocaba la pelota, pero corría rengueando por amor al club”.

Y el presidente se había encariñado con él, ya que Raposo no dejaba de enviar, cada viernes, un ramo de rosas a su esposa.

 

En 1989 retornó a Brasil y firmó para el Bangú.

Y allí estuvo a punto de iniciar verdaderamente su carrera.

 

 

Raposo “hizo una jugada de márketing genial”. El día de su presentación le pagó a un chico “alcanza pelotas” del club para que trajera a sus amigos y familiares que vivían en una favela. En el primer entrenamiento aparecieron 30 personas en las tribunas que al ver ingresar al “Káiser” al campo de juego, enloquecieron y “comenzaron a corear su nombre”. El dueño del club, Castor de Andrade se emocionó en su palco al creer que había traído una estrella de nivel mundial, porque un periodista amigo de Raposo, inventó en una nota en donde decía que “el jugador se consagró goleador de la segunda división francesa con el Ajaccio convirtiendo 40 goles en 30 partidos”.

¡Toda una verdadera mentira!

El propietario del Bangú, Castor de Andrade, era un temido cabecilla de la mafia local que disponía de una red de lotería ilegal que se vendía por las calles de Río, un negocio corrupto que le reportó mucho dinero y que blanqueaba haciendo fichajes para el Bangú. Llevaba una pistola siempre consigo y los jugadores le besaban la mano antes de salir al campo. Era temido y odiado por partes iguales. Nadie le discutía nada. En una ocasión, se presentó en un entrenamiento y fue a buscar un marcador de punta que se lesionaba seguido. Lo encontró sentado sobre el césped, sacó su pistola y le disparó junto al pie. Cuando el jugador se levantó asustado, Castor de Andrade dijo riéndose: "Ves, ya podés jugar".

 

Raposo era un gigantesco mujeriego y se la pasaba de joda en joda. Un día sábado, a las cuatro de la mañana, Moisés, entrenador del Bangú, localizó por fin al delantero después de buscarlo durante horas. El Káiser estaba en una famosa disco de Río de Janeiro llamada “Calígula”. El técnico fue clarito:

“Kaiser, el jefe te quiere mañana en el equipo”. El jugador recurrió a su frase de cabecera: “Míster, estoy lesionado”.

Y Moisés le replicó: “No te preocupés, vas a estar en el banco”.

Raposo llegó de la disco al hotel donde el equipo estaba concentrado, cuando los jugadores bajaban a desayunar.

Ese domingo Bangú jugaba de local con el Curitiba por el campeonato brasileño. A los ocho minutos, los visitantes ganaban 2 - 0, y Castor de Andrade le exigió al técnico Moisés que pusiera al “crack”, que todavía no tenía ni un minuto en campo.

Raposo salió a precalentar y empezó a sudar, no por los ejercicios sino por el nerviosismo. Estaban a punto de descubrir que “era todo una farsa y su vida corría peligro”.

Pero su imaginación no tenía límites. Se detuvo delante del alambrado y empezó a pelear con un hincha rival y comenzaron a tirarse golpes. Se armó una gresca general y “el árbitro expulsó a Raposo, que no pudo debutar”.

El técnico, furioso con él, llegó al vestuario en el entretiempo. Y Raposo le dijo al DT una frase memorable:

“Dios me dio un padre y después me lo quitó. Ahora que Dios me ha dado un segundo padre, que es usted míster, no dejaré que ningún hincha lo insulte como lo hizo al que yo le pegué, que decía que usted era un traficante y un delincuente. Mire, me quedan quince días para terminar el contrato. Cuando lo termine, ya no me verá más”.

El DT, muy conmovido, le dio un beso en la frente y pidió a la CD (y le fue concedido) que le renovaran al jugador el contrato por seis meses más.

Su carrera no terminó allí. Pasó por América, Vasco de Gama y Fluminense. En Vasco da Gama todavía lo idolatran por su trampa. Tras seis meses de lesiones continuas y ante los médicos desesperados que no encontraban una solución, “el club contrató los servicios de un curandero”, el Pai Santana, quien debía hacer un ritual para sanar al jugador.

Pero Raposo no se detenía ni ante las fuerzas del más allá. “Le dio el doble de dinero al curandero” y el pai Santana les dijo a los dirigentes del club:

“El jugador tiene unas condiciones increíbles, nunca Vasco tendrá a una estrella como él, pero algo del más allá lo lesiona a repetición”.

 

 

“Otra delicia de Raposo”: 

Se tomó una foto con la camiseta del Admira Wacker, de Alemania, 

en donde nunca jugó, pero para lograr un mejor contrato, inventó que el club alemán quería ficharlo y hasta lo hizo entrenar con la ropa del club. 

 

¿Mitómano? ¿Chanta? ¿Versero?

Este genio seguía fichando en los clubes y nunca jugaba.

Y explica su nuevo truco que consistía en que los jugadores les pidieran a los dirigentes que contrataran a Raposo. Y cuenta:

“Nos concentrábamos en un hotel. Yo llegaba un día antes, llevaba diez mujeres, y alquilaba habitaciones debajo del piso en que el equipo se hospedaría. De noche nadie huía de la concentración, lo único que teníamos que hacer era bajar las escaleras y divertirnos”.

El defensor Ricardo Rocha (ex Selección de Brasil y Real Madrid) es otro de sus amigos, y dijo de él:

“Es un gran amigo, una excelente persona. Pero, ‘no sabía jugar ni a las cartas’. Nunca lo vi jugar un partido a las cuatro de la tarde en Maracaná. En una disputa a cuál es el mayor mentiroso, Pinocho perdería con Kaiser”.

Luego de su etapa en Fluminense pasó por Guaraní y Palmeiras, club donde arrancó con “una estratagema diabólica”. En el primer entrenamiento buscó a un juvenil y le preguntó: “¿Cuánto ganás al mes?”. Cuando el chico le contestó, Raposo le replicó: “Te doy el doble si me trabás violentamente y me lesionás”. El juvenil no lo pensó dos veces y casi quiebra a Raposo. De allí en más vivió en la enfermería hasta terminar su contrato.

 

Raposo hoy: 

“Si el sexo fuera fútbol, yo sería Pelé”

 

“No me arrepiento de mis años de carrera. No me arrepiento de nada. Los clubes engañan mucho a los futbolistas. Alguno tenía que vengarse de ellos”.

 
 
Actualmente es "personal trainer" y su mayor mentira es haber inventado esta historia:  

“Yo fui campeón del Mundo en 1984. Jugaba para Independiente de Argentina. Estuve seis partidos en la institución. Jugamos la final en Tokio contra el Liverpool. La Intercontinental fue mi mayor título”.

Independiente ganó esa final. Pero el “Kaiser” ni siquiera estuvo en la tribuna.

 

El cine no dejó pasar la oportunidad y se realizó: “¡Kaiser!”El mejor futbolista que nunca ha jugado al fútbol. 

Es un documental que repasa la inverosímil trayectoria de Carlos Henrique Raposo, “el hombre que creó al falso nueve”.

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Los irlandeses Tom Markham y Rob Fulla contrataron al director británico Louis Myles, que filmó la película. El problema es que no podían creer nada de los que les decía Raposo: “En nuestro primer encuentro se pasó las dos primeras horas hablando con detalles sobre todos sus logros, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Eran tan escandalosas las mentiras que el tipo se convertía en adorable”, dijo el cineasta.

Para este hombre nacido en Porto Alegre y criado en Rio por una familia adoptiva, el fútbol no era no “el jogo bonito”, era “sexo e mulheres”.

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Los anales de la FIFA dicen que pasó por 11 equipos durante 16 años. Cualquier otro futbolista en ese lapso hubiera jugado no menos de 600 partidos oficiales. Los registros de Raposo indican que entró 14 veces al campo de juego a jugar algunos minutos. ¡Todo un récord para este genial y delicioso estafador!

 

(Fuente: https://www.clarin.com/viste/pelicula-carlos-raposo-mentiroso-grande-historia-futbol_0_E4HVBmll6.html?utm_medium=Social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR1zgk-wJBPVaqR5jMlFSp-WmK10ts-RmSkSfZzQAM6fKGAYHkZ20DiRtOE#Echobox=1592751166)

 

“MEMORIONES”- Grupo en #Facebook- “Donde VIVEN los #Recuerdos”

YMA SUMAC - LA VOZ QUE LLEGÓ DEL ESPACIO



“LA VOZ QUE LLEGÓ DEL ESPACIO”   
*  Escribe: Miguel Ángel Giordano (Escritoriador, Argentina/13-9-2014)


Hay cosas que el ser humano no sabe ni puede explicar. Toco ocurre a nuestro lado y somos incapaces de poder verlas. Ocurren y desaparecen como se pierde una lágrima en el océano.
Yma Sumac es una de esas cosas que llegaron de… ¿del cosmos infinito? ¿O más allá?
O tal vez sea la reencarnación de todas las muertas aves universales.
Los entendidos en música dan argumentos sobre este suceso, pero estoy seguro, que no están convencidos de lo que ellos mismos dicen.
Yo quiero creer que todo es más sencillo de lo que parece o nos quieren hacer creer.
Yma Sumac, “La Princesa Inca”, es el lenguaje de la música hecha mujer. Es la voz del universo con sonido de pájaros. Es la voz de la tierra que canta su naturaleza.
Es el agua que corre mansa, la brisa en el rostro, la caída de una hoja aún sin madurar, es la piedra que espera ser convertida en obra de arte, es el color de la vida hecha gorjeos.
¡Así de simple!


Yma Súmac, posee la única voz en el mundo 
que ha llegado a tener la misma tonalidad del sonido de las aves
 
Al cantar, Súmac alcanzó una técnica llamada “triple coloratura”, que vendría a ser la misma vocalización que el trino de las aves.
El registro vocal de Yma Sumac, abarcaba desde un G#2, su nota más baja, en la canción “Witallia”, a un Bb7 en la canción “K'arawi”, en un momento en que el promedio que alcanzaba una cantante de ópera era de dos y media, siendo la primera cantante en alcanzar este rango en la historia de la música.
Así pues, su rango vocal abarcaba desde soprano de coloratura hasta los graves de un barítono, con pleno dominio y comodidad en todos los registros. Ha sido la única que logró hacer la triple coloratura que es el trino de las aves cantando un C#7, además de lograr la “Doble voz” en la canción “Chuncho”.


El calendario dice que 13 de septiembre: de 1922, a 55 km de Trípoli (capital de Libia), en la localidad de Al 'Aziziyah (de unos 100.000 habitantes), la temperatura alcanzó los 57,7 °C (135,9 °F) a la sombra, convirtiéndose en el récord mundial desde que se registran temperaturas hasta la actualidad.
(Aunque algunos científicos están invalidando este registro y dicen que el récord ocurrió el 10 de julio de 1913 en el Valle de la Muerte de California, EEUU, con 56,7 grados centígrados).
Lo cierto es que ese día, de inusual explosión de calor, hubo otra explosión, a 11.000 Km de distancia. Una explosión musical.
En Ichocán, Cajamarca, Perú, nace Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo. ¿Quién es esta mujer?
Más conocida como Yma Sumac, transliteración del quechuaIma Sumaq” (AKA Ima o Imma Sumack), cuya traducción es: "Qué linda", fue una soprano que tuvo un enorme éxito a nivel internacional en la década de 1950/60 y que sobresalió por su inusual registro vocal, que llegó a abarcar cinco octavas.
Esta mujer, que se destacaba por su natural y exótica belleza, era princesa (Ñusta) y descendía del Inca Atahualpa. De ahí, es que se la conocía como la “Princesa Inca”.
En su larga trayectoria se destacan piezas exóticas y otras de reconocida fama, pero, en general, lo que más subyuga, es su voz portentosa y totalmente diferente a lo que uno acostumbra a escuchar.
Se dice que de niña trataba de imitar el canto de los pájaros, iniciando así su pasión por el canto.


Esta enorme artista, es la única peruana que tiene su nombre inscrito en el Paseo de la Fama de Hollywood (Hollywood Walk of Fame), cuya estrella se encuentra en el 6445 Hollywood Boulevard (Hollywood, California, EEUU).
En el año 2009, su grabación clásica de “Malambo No. 1”, abrió el “AFI Life Achievement Award”, en Homenaje al actor Michael Douglas.


VIDA PERSONAL
Después de que se descubrieran sus dotes de cantante a los trece años de edad, pasó a vivir en la ciudad de Lima y su primera aparición en la radio, fue en 1942.
El 6 de junio de ese 1942, contrae matrimonio con el compositor y director Moisés Vivanco. La boda se realizó en la falda del volcán Misti, en Arequipa. Usando el nombre artístico de Yma Sumac, grabó como mínimo ocho canciones de folklore peruano en Argentina en 1944. En estas primeras grabaciones, para el sello discográfico Odeón, era acompañada por la agrupación de Vivanco, la “Compañía Peruana de Arte”, integrada por 46 nativos danzantes, cantantes y músicos.


En 1946 la pareja viaja a Nueva York donde se presentan como “Trío Inca Taky”, con Vivanco a la guitarra y Cholita Rivero, prima de Sumac, cantando como contralto y bailando.
En 1950 el matrimonio firmó un contrato con Capitol Records, compañía que comprendió el interés que en Estados Unidos se había despertado por las culturas exóticas tras la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en sus actuaciones aparecía vestida como supuestamente lo haría una princesa inca según el gusto de Hollywood. Ese mismo año graba, con la producción de Les Baxter, “Voice of the Xtabay, que fue un gran éxito. Después grabaría con el director de orquesta Billy May.
Su repertorio se nutría de canciones del folklore andino. En 1954 participa en la película “El Secreto de los Incas”, con Charlton Heston y Robert Young, donde interpreta los temas “Taita Inty”, “Ataypura” y “Tumpa”.

En 1955 publica “¡Mambo!”, con ritmos afrocubanos. En 1956 aparece en la película mexicana “Música de Siempre”, donde escenifica “Chuncho” y al año siguiente lo hace en “Omar Khayyam”, con Cornel Wilde.
A principios de los sesenta, con su popularidad en declive en Estados Unidos, consiguió hacerse popular en la Unión Soviética donde en 1961 grabó un disco en directo acompañada por la Orquesta Sinfónica del Teatro Bolshói. (Ver video).
En 1972, grabó un disco de rock: “Miracles”. Durante los años siguientes continuó actuando, aunque esporádicamente, en Estados Unidos, Perú y Canadá. En 1987 grabó el tema “I wonder”, con el productor Hal Willner, para el disco “Stay Awake, con versiones de varios artistas de temas de películas de Disney.
En los años noventa se volvió a escuchar su voz en anuncios publicitarios y películas, apareciendo, por ejemplo, su tema “Ataypura”, en la película “El gran Lebowski”, de Joel e Ethan Coen.
El 2 de mayo de 2006, después de tres décadas de alejamiento y contando con 84 años de edad y gracias a la iniciativa de Miguel Molinari (reconocido crítico y promotor cultural), retornó a Perú para recibir una serie de condecoraciones del Gobierno de este país y de otras autoridades y de organizaciones culturales. La soprano permaneció durante quince días en el país, visitando Cuzco y Machu Picchu.
De regreso a los Estados Unidos, Yma Sumac comenzó a declinar en su salud y fallece en Los Ángeles, el 1 de noviembre de 2008, tras seis meses de lucha contra el cáncer de colon. Por deseo de la cantante y de sus parientes más cercanos, fue inhumada en Hollywood, donde había pasado 60 años de su vida.




COMENTARIOS
* Algunos cantantes han reconocido su influencia, como el francés Bernard Lavilliers, quien reconoce “las influencias musicales latinas de los discos de Yma Sumac que sus padres le habían dado en la década de los ‘50”.
* En Buenos Aires (1943), el diario La Prensa, dijo: “La más grande revelación de nuestros tiempos”.
* En 1944, en Río de Janeiro, el diario O‚Globo, comentaba: “Yma Sumac domina la sensibilidad artística de todo Brasil con su mágica y divina voz, los problemas de nuestro mundo moderno son olvidados a través del magnetismo de este regalo fabuloso, el que viene a nosotros descendiendo directamente de Atahualpa, último rey Inca”.
* Los Ángeles Times, de Nueva York (EEUU), el 11 de marzo de 1951, decía: “Yma Sumac, la maravillosa cantante peruana, introduce a un tipo de autohipnosis cuando canta”.
* James Poling, Collier‚s, del 14 de abril de 1951: “Una fiera peruana, Yma Sumac, mantiene helada a la audiencia con una fabuloso rango de cuatro octavas”.
* Jarmina Novotna, la gran soprano del Metropolitan Opera, llama a la voz de Yma Sumac: “Lo más emocionante que nunca he oído”.
* Max Rudolf, secretario musical de la Compañía Metropolitana de Ópera de Nueva York dice: “Han habido voces de cuatro octavas en la ópera en raras ocasiones y cada cantante se ha limitado a un solo rango en las que se sienten más cómodas. Yma se siente igualmente cómoda en cualquiera de sus cuatro voces”.

* El Dr. Hollace E. Arment, cabeza del departamento de música de la Universidad de Auburn, ha lanzado la teoría de que la voz de Yma puede ser un retroceso a una era más primitiva. Antes de nuestra actual escala escrita musical venga a existir, alrededor del siglo XX, voces del más alto rango de lo común hoy, fueron dadas por supuestas. El Dr. Arment también cree que ha detectado similitudes entre la música de Yma y la primitiva música Yenemita, Babilonia y Balinesa. Esto lo tiene intrigado tanto que ha sugerido que la voz de Yma puede ser un “asomo al pasado”.
* Manuel de Falla, gran compositor español, advierte que Yma debe cantar con su voz natural y evitar profesores de voz.
* Glenn Dillard Gunn, crítico de música del Times-Herald de Washington DC, escribió sobre Yma Sumac: “NO hay voz como esta en el mundo de la música de hoy. Tiene una escala más alta que cualquier voz femenina de concierto u ópera. Se encumbra dentro de la estratósfera acústica, o aploma al sub-contralto profundo de tono con igual facilidad. Tales voces sobrevienen sólo una vez en una generación”.
* Albert Goldberg, uno de los líderes de la crítica musical de la costa oeste de los EUA, dijo en el Times de Los Angeles: “Oírla entrelazar ese fantástico contrapunto sobre los complejos ritmos de su acompañamiento, es al fin experimentar algo nuevo en música”.
* Virgil Thomsom, crítico musical estadounidense del “Herald Tribune” de Nueva York, dijo en 1954: “Su voz tiene indudablemente gran belleza y su técnica vocal es impecable. Canta en notas muy graves y cálidas, y muy altas como trinos de pájaros y sus tonos medios no son menos encantadores que los extremos de su registro. Ninguna de las notas que emitió fue desagradable o desafinada. Sin duda, sus atributos naturales; son tan grandes y su técnica tan sólida que sólo queda lamentar que no se hubiese dedicado al gran repertorio de la música; su lugar está en los grandes teatros de ópera”.

DISTINCIONES
- “Orden El Sol del Perú”, en el grado de Comendador por el Estado Peruano.
- “Medalla Jorge Basadre”, por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
- “Las Palmas Artísticas”, del Ministerio de Educación.
- “Medalla de Honor de la Cultura Peruana”, del Instituto Nacional de Cultura.
- “La Medalla de la Ciudad”, por la Municipalidad de Lima.

NOTAS
Como ha ocurrido infinidad de veces en Argentina, con sus artistas o los grandes profesionales de las diferentes disciplinas, en Perú ha pasado lo mismo con Yma Sumac, que no celebraron todos sus éxitos internacionales, cuando en las décadas de 1950 y 1960 causaba furor en Europa y ocupaba los primeros lugares en las listas de los discos más vendidos en los Estados Unidos.
Según confesó la gran cantante en una nota, pocos años antes de su “gira final”:
“Aquello ya no tiene importancia. Le voy a decir una cosa: El país que me descubrió en verdad fue la Argentina, cuando yo tenía 12 años. No vaya a creer que yo salí solita del Perú. Como mi mamá no me iba a dejar salir del país así nomás, mi hermano mayor siempre me acompañaba. La gente no lo veía, pero él estaba allí. Ya más tarde me casé con Moisés Vivanco. Solo estuvimos dos años juntos y luego me divorcié”.
 
Si bien, gran parte de su vida trabajó al lado de César Vivanc, Sumac confiesa:
“Le voy a decir la verdad: él solo compuso dos canciones. La que hacía las canciones era yo. Cuando descubrió mi talento para componer las canciones, él me obligó a ponerlas a su nombre. Yo era una niña entonces y él era un buen hombre, pero muy ambicioso, muy ambicioso”.

-¿Cree que el público peruano de los años 50 y 60 no le perdonó que mezclara el folclor andino con otros géneros populares?
“No hay que confundir. La música peruana es preciosa, pero no puedes repetirla continuamente, se vuelve monótona. Cuando comencé, pensé que debía ensalzar la canción, porque si usted repite los compases, la gente se cansa, por más linda que sea la pieza. Eso fue lo que hice y eso fue lo que me dio el éxito. Canté por todo el mundo y a todos les encantaba. ¡No sabes cómo gusta la música peruana en Alemania! Por eso no sorprende ver a tantos alemanes casados con peruanas.
 
-Usted es la única peruana que tiene una estrella de la fama en Hollywood. ¿Cómo fue actuar al lado de Charlton Heston?
“Sí, recuerdo que me llamaron para hacer esa película, muy bonita. Charlton Heston me respetó mucho. Era un caballero. Mi madre me enseñó desde pequeña a hacerme respetar y respetar a la gente y al primer atrevido que llegaba, ¡Pum!, le caía su cachetada. Luego me encontré con él en España y me trató con mucho cariño. Pero, en verdad, yo me apuraba en terminar las películas porque tenía que salir para Europa, donde me esperaban para oírme a cantar. ¡Sino, me enjuiciaban!

-¿Y cómo se siente ser considerada la única verdadera diva peruana?
“Nunca me he creído eso. Cuando estaba en el escenario, solo intentaba hacer grande la música del Perú, aunque un poquito más moderna. En Alemania, donde tienen tan buenas cantantes, decían que no había nadie como Yma Súmac. Decían que solo cada cien años aparece un genio en hombre y en mujer. Y eso lo decían por mí.
También, decían que era una diva contra la que nadie puede competir. Yo canto lo clásico y lo popular y ellos no entendían cómo podía hacerlo. Y hasta ahora nadie puede competir conmigo.
CINE
* “El Secreto de los Incas” (1954), junto a Charlton Heston y Robert Young.
* “Música de siempre” (1956), con un reparto multiestelar: Édith Piaf, Amalia Rodríguez, Miguel Aceves Mejía, Libertad Lamarque, Agustín Lara, Riz Ortolani, Alejandro Algara, Manuel 'Loco' Valdés, Luis Aragón, Lupe Carriles, Joaquín Cordero, Yolanda Montes "Tongolele", Germán Valdés "Tin Tan", Adalberto Martínez "Resortes", José Luis Fernández, Ernesto Hill Olvera, Araceli Julián, Elena Julián, Rosalía Julián, Toña ‘La Negra’, Miguel Manzano, Antonio de Marco, Arturo Martínez, Angélica María, Altia Michel, Antoñita Moreno, José Pardavé, Óscar Pulido, Katina Ranieri, Humberto Rodríguez, Kay Servatius, Arturo Soto Rangel, Rina Valdarno, Martha Valdés y Hernán Vera
* “La vida y las aventuras de Omar Khayyam” (1957), protagonizada por Cornel Wilde, Debra Page, Michael Rennie y John Derek.
* “La manzana” (1980), film de ciencia ficción musical, dirigido por Menahem Golan, con Catherine Mary Stewart y George Gilmour, entre muchos otros.

* Entre las películas que contienen sus grandes canciones, se destacan:

De la película “El tesoro de los Incas”

Yma Sumac – Chuncho

La Flor de la Canela - Yma Sumac

Yma Sumac - Live in Moscow (1960) Ataypura

Yma Sumac - Vocal Range (B2 - C♯7)

Yma Sumac – Wimoweh

(Fuentes: El material propio estuvo enriquecido por Google  *  YouTube  * Film Affinity)