miércoles, 21 de noviembre de 2012
ESTOY FUERA DE FOCO
ESTOY FUERA DE FOCO (Por Miguel Ángel Giordano – Escritoriador)
Miguel Ángel Giordano en el Club A. Atlas. Año 1967
Y claro, para los idiotas soy un vejestorio. La “gilada” prefiere otra cosa.
Para los “nuevos genios” de la vida, hijos del cyber, del Twitter, del celular altamente tecnificado y del café con leche con pedorras medias lunas que se toma en las “estaciones de servicio”, puedo parecer “fuera de foco” o anticuado.
¡En las estaciones de servicio!!! Quién se lo hubiera imaginado…
Bueh… Sigo.
Estos tipos no entienden lo que es el “Fútbol de Verdad”.
El fútbol fue y debería seguir siéndolo, un juego de habilidad, de inteligencia, de la pausa y la aceleración justa.
Hoy se confunde velocidad con buen juego.
Aquí, unas “perlitas” legadas por el gran maestro DANTE PANZERI:
*El jugador movedizo es aquel que pica y frena. El que siempre corre es un robot. El que nunca se mueve es un abúlico o un mal compañero.
*El fútbol rápido nunca se hizo con hombres veloces, siempre se hizo con pelota veloz.
*Cuando más se mate a la habilidad mayor será la lentitud.
*Para jugar hay que correr; pero corriendo no se puede jugar.
*El buen jugador no brilla. Brilla el juego que produce ese jugador. Y a veces brillan por el, jugadores menos jugadores que aquel que hace brillar el juego.
*Arrancando despacio se puede llegar ligero. Arrancando ligero… se suele llegar tartamudeando.
*Sudando no se llega a hacer algo bien hecho. Lo bien hecho se hace por talento acompañado de sudor.
*El talento no puede vivir sin el sudor. El sudor no puede vivir sin el talento. Pero el talento puede fabricar sudor y en cambio el sudor no produce talento.
*Si es imposible hacer escuelas de amor, tampoco se pueden hacer escuelas de fútbol. Ni el amor ni el fútbol son cursos. Son estados de ánimo.
*La única manera práctica de jugar al fútbol… es jugar bien.
*Para la mente, hielo; para el pecho, calor; para los pies, tibieza. Esas son las tres temperaturas ideales del futbolista.
JOSÉ MANUEL MOPRENO, en el River Plate de "La Máquina"
En mi niñez, en mi juventud y ya más grandecito, íbamos a la cancha a ver a nuestro equipo y a disfrutar de las “cositas” que hacía la mayoría de los jugadores. ¡Y salíamos satisfechos, aunque nuestro equipo haya perdido!
Los que entienden de qué hablo, saben y reconocen que la mayoría de los jugadores que hoy pululan por las canchas de fútbol, en nuestra época no los dejábamos jugar o los poníamos detrás de los arcos para que nos alcancen las pelotas.
Últimamente han aparecido jugadores habilidosos que uno puede disfrutar un poco al verlos. Tal es el caso de Centurión, Fariña y Vieto en Racing; Paredes en Boca, Mora en River, Ferreyra en Vélez y algunos poquitos más en Nuls, Lanús y se me escapa alguien por ahí.
ÁNGEL CLEMENTE ROJAS (Rojitas). Un fenómeno en Boca Juniors
Los contrarios, en su torpeza para contenerlos, los recontra cagan a patadas porque dicen que los “cargan”.
En vez de protegerlos, nadie hace nada para defender a esos jugadores que le dan un poco de brillo a éste triste fútbol argentino.
En mis jóvenes años, eso era habilidad, buen fútbol y un deleite para los ojos. Para los idiotas de hoy día, eso es “cargada”.
Para esos torpes de mente y de desconocimiento del “buen fútbol”, les digo:
“Cargada”, en mi época y siempre, era ver a esa maravilla de jugador de Atlas llamado “Pechito” Segovia, quien según la opinión de todos los que lo vieron jugar fue mejor que Maradona, luego de hacer todos esos malabares con la pelota y hacer pasar de largo al contrario, exclamaba: ”IEEEVAAA”.
O cuando luego de eludir a varios adversarios, llegaba hasta la línea de gol y volvía para atrás diciéndoles a los contrarios:
“Una vez más muchachos, a ver si ahora me la sacan”.
Yo no entiendo nada y estoy fuera de foco.
Muchos entienden menos y están adentro del fútbol.
Memorable registro del año 1957 del equipo del Club Atlético Atlas, con las camisas originales “Marrón y Blanca”, en ocasión de disputarse un campeonato nocturno en la vieja cancha de Atlanta. Se observa por detrás del arco que daba a las vías del ferrocarril San Martín, las chimeneas de la “quema” de la calle Guzmán.
Parados: “Loco” Pugliese, Norberto Bello, Carlos “Negro” Ahumada, Juan C. Bavasso, el arquero ¿?, “Picho” Sericchio, Mario De la Granja, Bello (padre).
Hincados: “Negro” Saavedra, Horacio Samat, Edmundo “Pechito” Segovia, “Negro” Ahumada, Carlos “Manblaka” Romero y Carlos Fogliano.
(FOTO: Libro “CLUB ATLÉTICO ATLAS”, (El último romántico del fútbol), de Miguel Ángel Giordano. Derechos Reservados. Permitida su publicación siempre que se cite la fuente)
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