(Escribe ©MIGUEL ÁNGEL GIORDANO - Escritoriador, Argentina)
Esta
película filmada en blanco y negro y estrenada en el año 1950, para mí, es la
mejor versión de la obra cumbre de Rostand.
Pero
tiene otras connotaciones que quiero revelar hoy, a mi edad y aceptando el
riesgo de que se mi tilde de vano o de soberbio.
Vi
por primera vez a este film, en la televisión, cuando apenas tenía catorce
años. ¡Y ME PARTIÓ LA CABEZA!!!
Para
ese entonces, yo esbozaba hacía años los primeros escritos y torpes poesías,
pero a partir de ésta película, me aferré con fuerzas a las letras y reforcé mi
“romanticismo”, que hoy, a muchos, les puede parecer cursi o fuera de época.
La
cosa es que cuando me enteré que la reponían en el cine Lorraine (de la calle
Corrientes), fui dos días seguidos a verla. Por supuesto que ya había leído
varias veces el libro de la Editorial Sopena.
Cyrano
cambió por completo a mi vida y eso solo puede lograrlo una obra bien
realizada, con mensajes e interrogantes, como puede hacerlo “La Divina
Comedia”, “El Quijote” y tantas otras. O contemplar el “David” de Miguel Ángel
Buonarotti o, simplemente, contemplar a la naturaleza.
Muy
pronto, me di cuenta que Cyrano ¡era yo! Tal vez parezca muy loco. Pero es así.
Yo
comulgaba su mismo espíritu, su honor, su gallardía, su estilo impecable de
contemplar la belleza y, obviamente, su alta dignidad como ser humano, su
fidelidad para con los amigos y su amor por la vida y por el amor en sí mismo.
El
usaba la espada para batirse contra los enemigos y contra la mediocridad. Con
los años, yo pude lograr manejar con cierta destreza, el arte de la palabra y
con eso me defiendo.
Como
Cyrano, yo siempre estuve a favor de los débiles y en contra de las injusticias
y logré obtener los mismos enemigos que él, porque no nos callamos y “vamos al
frente y de frente”. Y eso molesta a algunas personas. Siempre ha sido así.
Cyrano
dice: “Mis elegancias son morales. Yo no
me adorno y me visto como los políticos o los poderosos. Pero tengo escrúpulos
y no podría mirar a la cara de mis amigos por afrentas mal lavadas o con la
conciencia adormecida. Camino sin nada que reluzca sobre mi cabeza, solo mi
independencia y mi franqueza.
No exhibo buena presencia, pero
sí un alma grande. Y cubierto de hazañas, sin preocuparme por los adornos y la
fama, erizo mi espíritu y cuando paso entre las gentes, hago sonar las verdades
como espuelas”.
¿O
acaso no soy yo mismo? cuando Cyrano le responde a un amigo preocupado porque
lo maten, luego de haber dicho varias verdades, y dice:
“¿Y qué tendría que hacer?
¿Buscar un protector, tomar un patrón y,
como la hiedra oscura que se adhiere al tronco y lame la corteza, trepar por
servilismo en lugar de ascender por mis propias fuerzas? No, gracias. ¿Dedicar
mis versos a los ricos, como hacen muchos? ¿Convertirme en payaso con la
esperanza vil de ver sonreír a alguien que está más arriba? No, gracias.
¿Tragarme cada día un sapo?
¿Tener el vientre gastado de tanto arrastrarme y sucias las rodillas de tanto
postrarme? ¿Hacer ejercicios con la espina dorsal? No, gracias. ¡Acariciar la
cabra con una mano y regar el huerto con la otra (quedar bien con Dios y con el
diablo)?
¿Hacerme nombrar Papa en las
reuniones de los imbéciles de las tabernas? No, gracias. ¿Intrigar para hacerme
de un nombre con una acción en lugar de trabajar para hacer muchas otras?
¿Mostrar talento solamente ante los tontos? ¿Tener miedo de lo que puedan decir
falsamente de mí, calcular, estar pálido, hacerme presentar ante personas
encumbradas? No, gracias. Muchas gracias.
Nada de eso. Sino cantar, reír,
soñar, ser libre, tener miradas francas, trabajar sin preocuparme por la
fortuna o por la gloria. Preparar un viaje a la luna, no escribir nada que no
sea original y decir modestamente: lo que he sembrado, he recogido y si
triunfo, no deberle nada al César y que todo el mérito sea mío. En resumen: ¡no
ser la hiedra parásita, aun cuando uno no sea un roble o un tilo; no llegar muy
alto quizás, pero llegar solo!”.
Entonces,
definitivamente: ¡SOY CYRANO!
Si
hasta tuve un comercio con ese nombre…
“CYRANO
DE BERGERAC” está basada en la obra teatral de Edmond Rostand, es la primera
versión de la obra, producida por Stanley Kramer y dirigida por Michael Gordon,
con la inolvidable interpretación de José Ferrer, en el mejor papel de su
carrera, que recibió el Premio de la Academia al Mejor Actor por su actuación
estelar como Cyrano de Bergerac.
Aunque
hubo varias adaptaciones anteriores en diferentes idiomas, el film de Ferrer es
el más recordado por su impecable actuación, aunque, años después, Gerard
Depardieu hará otra película muy valiosa y que le valió al actor, el Globo de
Oro por su perfecta actuación.
La
acción transcurre en el París del siglo XVII, en donde el poeta y espadachín
supremo Cyrano de Bergerac (José Ferrer) derrocha su ingenio y su arte con la
espada, ante sus enemigos: Montfleury (Arthur Blake) y el Vizconde de Valvert
(Albert Cavens), quien lo provoca insultándolo por su enorme nariz. Cyrano,
primero se burla por la falta de ingenio de la burla, improvisando numerosas
formas innovadoras que Valvert podría haber dicho, pero su mediocridad se lo
impidió. Toda esa elocuencia de Cyrano provoca la diversión de la audiencia. A
continuación, compone una Balada para la ocasión que recita durante el duelo
con las espadas. Al finalizar y con la última línea, apuñala a su oponente.
Entre
los amigos de Cyrano esta Le Bret (Morris Carnovsky), capitán de los guardias
de Gascuña y el simpático chef y
compañero de pastelería Ragueneau (Lloyd Corrigan), quien le advierte que un
noble se había burlado de sus versos, el Conde De Guiche (Ralph Clanton) y que
ha contratado a un centenar de rufianes para darle una lección. Cyrano mata a
ocho y el resto huye.
Cyrano
está enamorado de su prima Roxane, a quien le oculta sus sentimientos, pues
teme que ella lo rechace por su nariz y la fealdad que ello le provoca. Cuando
por fin se anima, Roxane le informa que se ha enamorado de un hombre muy guapo,
Christian de Neuvillette (Príncipe Guillermo), aunque ella aún no ha hablado
con él. Cyrano oculta su devastación y accede a ayudarla.
El
poeta hace amistad con el joven y descubre que está enamorado de Roxane, pero
es demasiado inepto al hablar, por lo que Cyrano le compone los parlamentos
para decirle a Roxane. Cuando Christian cree que la ha conquistado, decide
hablar cara a cara con Roxane sin la ayuda de Cyrano, pero fracasa
miserablemente. Cyrano, escondido en los arbustos, va en su rescate, pero esta
vez imitando la voz de Christian y le habla a Roxane desde la penumbra, debajo
de su balcón.
Por
otra parte, el arrogante Conde De Guiche, que también está cortejando a Roxane,
la presiona para que se case con él. Enterado Cyrano de esto, retrasa las cosas
para que se case con Christian. Furioso, De Guiche, que es el comandante, le
ordena a su unidad partir inmediatamente a una guerra contra los españoles,
impidiendo que la pareja pasen juntos su primera noche de bodas.
Con
ambos hombres bajo su mando, De Guiche sigue en la búsqueda del amor de Roxane.
Mientras que desde el campo de batalla, Cyrano le envía cartas a Roxane cada
día, supuestamente escritas por Christian. Un día, Roxane visita a su marido en
el campo y le dice que ella está totalmente enamorada, no sólo por su aspecto
sino por sus palabras y que le amaría incluso, si fuese feo. Al darse cuenta de
que ella realmente ama a Cyrano, Christian decide decirle la verdad a Roxane y
que elija entre ambos. Pero antes de que se presente la oportunidad, Christian
va como voluntario a una misión peligrosa y es herido mortalmente. Cyrano no le
dice la verdad y Roxane ingresa en un convento.
Pasan
los años, con Cyrano visitándola semanalmente para contarle las noticias y los
chismes de la sociedad parisina. De Guiche, ha escuchado a un cortesano que
Cyrano estaba escribiendo artículos satíricos burlándose de la nobleza y le
tiende una emboscada. Cuando el poeta va en busca de un supuesto noble que se
había burlado de su fealdad, es arrollado por un carro. Moribundo, él esconde
sus heridas y va a su cita semanal con Roxane por última vez. Su amor secreto
por ella, finalmente es revelado, cuando recita de memoria una de las cartas de
amor que ha mantenido. Roxane lo ama, a pesar de nariz y se lo hace saber, pero
es demasiado tarde. Cyrano comienza un delirio mortal, en donde saca su espada
y blandiéndola al aire, pelea con la muerte que viene a buscarlo, mientras
recitas sus versos finales:
“Sí,
todo me lo quitaréis, el laurel y la rosa. Lleváoslos, pero me queda una cosa
que llevo. Y esta noche, cuando entre en la casa de Dios, brillará intensamente
mientras diga mi adiós algo que, inmaculado, meceré en un arrullo, y me lo
llevaré para siempre; y es.... mi orgullo”.
Ferrer
ganó el Oscar por Mejor Actor y un Globo de oro al Mejor Actor-Drama de la
película. Un Globo de oro a la mejor fotografía en blanco y negro.
También
obtuvo nominaciones a dos Globos de Oro,
para el cuadro y la nueva estrella del año por poderes. Michael Gordon fue
nominado para el Premio de Directores Guild of América por “Logro Directoral”,
excepcional en el cine.
DATERÍA:
*La
película fue producida con un presupuesto menor que la mayoría dramas de época,
porque los productores temían que fallaría en la taquilla (como así ocurrió:
hubo una pérdida de $300.000).
*La
escasez de los conjuntos es encubierto por ángulos de cámara y por la
iluminación. La oscuridad se utiliza con frecuencia para ocultar el hecho de
que el diseño de producción no era especialmente elaborado.
*Ferrer
y Ralph Clanton habían aparecido previamente en el resurgimiento de Broadway de
1946 de la obra en los mismos papeles que juegan en la película.
*La
película fue una de los primeras en emplear el nuevo sistema de grabación, que
pasaría a ser común a partir de 1953 y que fue una necesidad para el sonido
estéreo, la grabación y la reproducción de sonidos magnéticos Western Electric.
*El
guion de la película, escrita por Carl Foreman, era fiel a la obra y a la
traducción de Brian Hooker, aunque fue recortado a 113 minutos.
*En
la película, Cyrano muere tras ser pisoteada por un carro como parte de una
emboscada, en lugar de ser golpeado en la cabeza por un tronco como en la vida
real.
*La
revista “Time” dijo: “Ferrer es la encarnación misma de Rostand y
Cyrano es abnegado héroe que ante la burla, se bate con gallardía, en heroicas
luchas y duelos”.
*El
“Cyrano de Bergerac” de Gerard Depardieu, es del año 1990, con una duración de
137’ y fue estrenada en Argentina el 28-2-1991. Su director es Jean-Paul
Rappeneau y el guion de Jean-Claude Carrière y Jean-Paul Rappeneau. La música
es de Jean-Claude Petit.
El
reparto incluye a Vincent Pérez, Anne Brochet, Jacques Weber, Roland Bertin,
Joseane Stoleru, Philippe Volter, Philippe Morier-Genoud y Pierre Maguelon.
Premios
1990:
Globo de Oro: Mejor película extranjera
1990:
10 Premios Cesar: incluyendo Mejor película y mejor actor. 13 nominaciones
1991:
4 Premios BAFTA, incluyendo mejor fotografía y banda sonora. 8 nominaciones
1990:
Festival de Cannes: Mejor actor (Gérard Depardieu)
1990:
Festival de Toronto: Mejor película (Premio del Público)
*En
1987 se estrena el film “Roxanne”, con una duración de 107’, dirigida por Fred
Schepisi, con guion de Steve Martin (basada en la obra de Edmond Rostand,
“Cyrano de Bergerac).
Es
una adaptación moderna y muy irrespetuosa del clásico de Rostand, en donde
Steve Martin es C.D. Bales (emulando a Cyrano), es el jefe de bomberos de un
pequeño pueblo, es un poeta frustrado que no ha tenido suerte ni con la
literatura ni con las mujeres. En el caso de las mujeres, el problema es su
enorme nariz. A pesar de ello, intenta sin complejos conquistar a Roxanne Kowalski (Daryl
Hannah), una
estudiante de astronomía que prepara su tesis. Pero ella se siente atraída por
Chris McDonell (Rick Rossovich), un bombero tan guapo como torpe
con las palabras.
*En
Argentina, el gran actor Ernesto Bianco (Oscar Ernesto Pelicori), protagonizó
Cyrano de Bergerac en el Teatro San Martín, con una
excelente puesta dirigida por Osvaldo Bonet.(Foto de la derecha)
Fue
en 1977, después de casi un lustro sin pisar un escenario, que volvió con un
trabajo inolvidable que lo encaró como si intuyera que iba a ser el último. El
personaje le demandaba tres horas y media de una enorme entrega física y
emocional. La crítica calificó de "milagrosa" su labor. El domingo 2
de octubre, mientras dormía, un infarto terminó con su vida. Tenía apenas, 55 años
Estoy
convencido que esa noche del sábado, se había acostado con los aplausos del
público, latiéndole en el pecho.
CYRANO de BERGERAC - Imagen fiel del personake original
Versión
José Ferrer: DUELO: Cyrano de Bergerac - Full Movie - Part 2
Versión
Gerard Depardieu: Cyrano de Bergerac - Escena de la nariz
Versión
Gerard Depardieu: ESCENA DEL DUELO EN ESPAÑOL, CYRANO DE BERGERAC
ROXANE
(1987) Con Steve Martin e Daryl Hannah - Trailer Cinematografico
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