martes, 16 de julio de 2013

“CYRANO DE BERGERAC” *Mis preferidos en el cine*


                       (Escribe ©MIGUEL ÁNGEL GIORDANO - Escritoriador, Argentina)

Esta película filmada en blanco y negro y estrenada en el año 1950, para mí, es la mejor versión de la obra cumbre de Rostand.
Pero tiene otras connotaciones que quiero revelar hoy, a mi edad y aceptando el riesgo de que se mi tilde de vano o de soberbio.
Vi por primera vez a este film, en la televisión, cuando apenas tenía catorce años. ¡Y ME PARTIÓ LA CABEZA!!!

Para ese entonces, yo esbozaba hacía años los primeros escritos y torpes poesías, pero a partir de ésta película, me aferré con fuerzas a las letras y reforcé mi “romanticismo”, que hoy, a muchos, les puede parecer cursi o fuera de época.
La cosa es que cuando me enteré que la reponían en el cine Lorraine (de la calle Corrientes), fui dos días seguidos a verla. Por supuesto que ya había leído varias veces el libro de la Editorial Sopena.
Cyrano cambió por completo a mi vida y eso solo puede lograrlo una obra bien realizada, con mensajes e interrogantes, como puede hacerlo “La Divina Comedia”, “El Quijote” y tantas otras. O contemplar el “David” de Miguel Ángel Buonarotti o, simplemente, contemplar a la naturaleza.
Muy pronto, me di cuenta que Cyrano ¡era yo! Tal vez parezca muy loco. Pero es así.
Yo comulgaba su mismo espíritu, su honor, su gallardía, su estilo impecable de contemplar la belleza y, obviamente, su alta dignidad como ser humano, su fidelidad para con los amigos y su amor por la vida y por el amor en sí mismo.

El usaba la espada para batirse contra los enemigos y contra la mediocridad. Con los años, yo pude lograr manejar con cierta destreza, el arte de la palabra y con eso me defiendo.
Como Cyrano, yo siempre estuve a favor de los débiles y en contra de las injusticias y logré obtener los mismos enemigos que él, porque no nos callamos y “vamos al frente y de frente”. Y eso molesta a algunas personas. Siempre ha sido así.
Cyrano dice: “Mis elegancias son morales. Yo no me adorno y me visto como los políticos o los poderosos. Pero tengo escrúpulos y no podría mirar a la cara de mis amigos por afrentas mal lavadas o con la conciencia adormecida. Camino sin nada que reluzca sobre mi cabeza, solo mi independencia y mi franqueza.
No exhibo buena presencia, pero sí un alma grande. Y cubierto de hazañas, sin preocuparme por los adornos y la fama, erizo mi espíritu y cuando paso entre las gentes, hago sonar las verdades como espuelas”.
Los que me conocen de verdad, saben que esa es mi propia imagen. Por eso soy Cyrano.
¿O acaso no soy yo mismo? cuando Cyrano le responde a un amigo preocupado porque lo maten, luego de haber dicho varias verdades, y dice:
“¿Y qué tendría que hacer? ¿Buscar un protector, tomar un patrón  y, como la hiedra oscura que se adhiere al tronco y lame la corteza, trepar por servilismo en lugar de ascender por mis propias fuerzas? No, gracias. ¿Dedicar mis versos a los ricos, como hacen muchos? ¿Convertirme en payaso con la esperanza vil de ver sonreír a alguien que está más arriba? No, gracias.
¿Tragarme cada día un sapo? ¿Tener el vientre gastado de tanto arrastrarme y sucias las rodillas de tanto postrarme? ¿Hacer ejercicios con la espina dorsal? No, gracias. ¡Acariciar la cabra con una mano y regar el huerto con la otra (quedar bien con Dios y con el diablo)?
¿Hacerme nombrar Papa en las reuniones de los imbéciles de las tabernas? No, gracias. ¿Intrigar para hacerme de un nombre con una acción en lugar de trabajar para hacer muchas otras? ¿Mostrar talento solamente ante los tontos? ¿Tener miedo de lo que puedan decir falsamente de mí, calcular, estar pálido, hacerme presentar ante personas encumbradas? No, gracias. Muchas gracias.
Nada de eso. Sino cantar, reír, soñar, ser libre, tener miradas francas, trabajar sin preocuparme por la fortuna o por la gloria. Preparar un viaje a la luna, no escribir nada que no sea original y decir modestamente: lo que he sembrado, he recogido y si triunfo, no deberle nada al César y que todo el mérito sea mío. En resumen: ¡no ser la hiedra parásita, aun cuando uno no sea un roble o un tilo; no llegar muy alto quizás, pero llegar solo!”.
Entonces, definitivamente: ¡SOY CYRANO!
Si hasta tuve un comercio con ese nombre…

“CYRANO DE BERGERAC” está basada en la obra teatral de Edmond Rostand, es la primera versión de la obra, producida por Stanley Kramer y dirigida por Michael Gordon, con la inolvidable interpretación de José Ferrer, en el mejor papel de su carrera, que recibió el Premio de la Academia al Mejor Actor por su actuación estelar como Cyrano de Bergerac.
Aunque hubo varias adaptaciones anteriores en diferentes idiomas, el film de Ferrer es el más recordado por su impecable actuación, aunque, años después, Gerard Depardieu hará otra película muy valiosa y que le valió al actor, el Globo de Oro por su perfecta actuación.
La acción transcurre en el París del siglo XVII, en donde el poeta y espadachín supremo Cyrano de Bergerac (José Ferrer) derrocha su ingenio y su arte con la espada, ante sus enemigos: Montfleury (Arthur Blake) y el Vizconde de Valvert (Albert Cavens), quien lo provoca insultándolo por su enorme nariz. Cyrano, primero se burla por la falta de ingenio de la burla, improvisando numerosas formas innovadoras que Valvert podría haber dicho, pero su mediocridad se lo impidió. Toda esa elocuencia de Cyrano provoca la diversión de la audiencia. A continuación, compone una Balada para la ocasión que recita durante el duelo con las espadas. Al finalizar y con la última línea, apuñala a su oponente.

Entre los amigos de Cyrano esta Le Bret (Morris Carnovsky), capitán de los guardias de Gascuña y el simpático chef  y compañero de pastelería Ragueneau (Lloyd Corrigan), quien le advierte que un noble se había burlado de sus versos, el Conde De Guiche (Ralph Clanton) y que ha contratado a un centenar de rufianes para darle una lección. Cyrano mata a ocho y el resto huye.
Cyrano está enamorado de su prima Roxane, a quien le oculta sus sentimientos, pues teme que ella lo rechace por su nariz y la fealdad que ello le provoca. Cuando por fin se anima, Roxane le informa que se ha enamorado de un hombre muy guapo, Christian de Neuvillette (Príncipe Guillermo), aunque ella aún no ha hablado con él. Cyrano oculta su devastación y accede a ayudarla.
El poeta hace amistad con el joven y descubre que está enamorado de Roxane, pero es demasiado inepto al hablar, por lo que Cyrano le compone los parlamentos para decirle a Roxane. Cuando Christian cree que la ha conquistado, decide hablar cara a cara con Roxane sin la ayuda de Cyrano, pero fracasa miserablemente. Cyrano, escondido en los arbustos, va en su rescate, pero esta vez imitando la voz de Christian y le habla a Roxane desde la penumbra, debajo de su balcón.

Por otra parte, el arrogante Conde De Guiche, que también está cortejando a Roxane, la presiona para que se case con él. Enterado Cyrano de esto, retrasa las cosas para que se case con Christian. Furioso, De Guiche, que es el comandante, le ordena a su unidad partir inmediatamente a una guerra contra los españoles, impidiendo que la pareja pasen juntos su primera noche de bodas.
Con ambos hombres bajo su mando, De Guiche sigue en la búsqueda del amor de Roxane. Mientras que desde el campo de batalla, Cyrano le envía cartas a Roxane cada día, supuestamente escritas por Christian. Un día, Roxane visita a su marido en el campo y le dice que ella está totalmente enamorada, no sólo por su aspecto sino por sus palabras y que le amaría incluso, si fuese feo. Al darse cuenta de que ella realmente ama a Cyrano, Christian decide decirle la verdad a Roxane y que elija entre ambos. Pero antes de que se presente la oportunidad, Christian va como voluntario a una misión peligrosa y es herido mortalmente. Cyrano no le dice la verdad y Roxane ingresa en un convento.
 
Pasan los años, con Cyrano visitándola semanalmente para contarle las noticias y los chismes de la sociedad parisina. De Guiche, ha escuchado a un cortesano que Cyrano estaba escribiendo artículos satíricos burlándose de la nobleza y le tiende una emboscada. Cuando el poeta va en busca de un supuesto noble que se había burlado de su fealdad, es arrollado por un carro. Moribundo, él esconde sus heridas y va a su cita semanal con Roxane por última vez. Su amor secreto por ella, finalmente es revelado, cuando recita de memoria una de las cartas de amor que ha mantenido. Roxane lo ama, a pesar de nariz y se lo hace saber, pero es demasiado tarde. Cyrano comienza un delirio mortal, en donde saca su espada y blandiéndola al aire, pelea con la muerte que viene a buscarlo, mientras recitas sus versos finales:
“Sí, todo me lo quitaréis, el laurel y la rosa. Lleváoslos, pero me queda una cosa que llevo. Y esta noche, cuando entre en la casa de Dios, brillará intensamente mientras diga mi adiós algo que, inmaculado, meceré en un arrullo, y me lo llevaré para siempre; y es.... mi orgullo”.

Premios y nominacione
Ferrer ganó el Oscar por Mejor Actor y un Globo de oro al Mejor Actor-Drama de la película. Un Globo de oro a la mejor fotografía en blanco y negro.
También obtuvo nominaciones  a dos Globos de Oro, para el cuadro y la nueva estrella del año por poderes. Michael Gordon fue nominado para el Premio de Directores Guild of América por “Logro Directoral”, excepcional en el cine.

DATERÍA:
*La película fue producida con un presupuesto menor que la mayoría dramas de época, porque los productores temían que fallaría en la taquilla (como así ocurrió: hubo una pérdida de $300.000). 
*La escasez de los conjuntos es encubierto por ángulos de cámara y por la iluminación. La oscuridad se utiliza con frecuencia para ocultar el hecho de que el diseño de producción no era especialmente elaborado.
*Ferrer y Ralph Clanton habían aparecido previamente en el resurgimiento de Broadway de 1946 de la obra en los mismos papeles que juegan en la película.
*La película fue una de los primeras en emplear el nuevo sistema de grabación, que pasaría a ser común a partir de 1953 y que fue una necesidad para el sonido estéreo, la grabación y la reproducción de sonidos magnéticos Western Electric.
*El guion de la película, escrita por Carl Foreman, era fiel a la obra y a la traducción de Brian Hooker, aunque fue recortado a 113 minutos.
*En la película, Cyrano muere tras ser pisoteada por un carro como parte de una emboscada, en lugar de ser golpeado en la cabeza por un tronco como en la vida real.
*La revista “Time” dijo: “Ferrer es la encarnación misma de Rostand y Cyrano es abnegado héroe que ante la burla, se bate con gallardía, en heroicas luchas y duelos”.
*El “Cyrano de Bergerac” de Gerard Depardieu, es del año 1990, con una duración de 137’ y fue estrenada en Argentina el 28-2-1991. Su director es Jean-Paul Rappeneau y el guion de Jean-Claude Carrière y Jean-Paul Rappeneau. La música es de Jean-Claude Petit.
El reparto incluye a Vincent Pérez, Anne Brochet, Jacques Weber, Roland Bertin, Joseane Stoleru, Philippe Volter, Philippe Morier-Genoud y Pierre Maguelon.

Premios
1990: Oscar: Mejor vestuario. 5 nominaciones, incluyendo actor y película habla no inglesa
1990: Globo de Oro: Mejor película extranjera
1990: 10 Premios Cesar: incluyendo Mejor película y mejor actor. 13 nominaciones
1991: 4 Premios BAFTA, incluyendo mejor fotografía y banda sonora. 8 nominaciones
1990: Festival de Cannes: Mejor actor (Gérard Depardieu)
1990: Festival de Toronto: Mejor película (Premio del Público)
*En 1987 se estrena el film “Roxanne”, con una duración de 107’, dirigida por Fred Schepisi, con guion de Steve Martin (basada en la obra de Edmond Rostand, “Cyrano de Bergerac).
Es una adaptación moderna y muy irrespetuosa del clásico de Rostand, en donde Steve Martin es C.D. Bales (emulando a Cyrano), es el jefe de bomberos de un pequeño pueblo, es un poeta frustrado que no ha tenido suerte ni con la literatura ni con las mujeres. En el caso de las mujeres, el problema es su enorme nariz. A pesar de ello, intenta sin complejos conquistar a Roxanne Kowalski (Daryl Hannah), una estudiante de astronomía que prepara su tesis. Pero ella se siente atraída por Chris McDonell (Rick Rossovich), un bombero tan guapo como torpe con las palabras.

*En Argentina, el gran actor Ernesto Bianco (Oscar Ernesto Pelicori), protagonizó Cyrano de Bergerac en el Teatro San Martín, con una excelente puesta dirigida por Osvaldo Bonet.(Foto de la derecha)
Fue en 1977, después de casi un lustro sin pisar un escenario, que volvió con un trabajo inolvidable que lo encaró como si intuyera que iba a ser el último. El personaje le demandaba tres horas y media de una enorme entrega física y emocional. La crítica calificó de "milagrosa" su labor. El domingo 2 de octubre, mientras dormía, un infarto terminó con su vida. Tenía apenas, 55 años
Estoy convencido que esa noche del sábado, se había acostado con los aplausos del público,  latiéndole en el pecho. 



                               CYRANO de BERGERAC - Imagen fiel del personake original


Versión José Ferrer: DUELO: Cyrano de Bergerac - Full Movie - Part 2
Versión Gerard Depardieu: Cyrano de Bergerac - Escena de la nariz
Versión Gerard Depardieu: ESCENA DEL DUELO EN ESPAÑOL, CYRANO DE BERGERAC
ROXANE (1987) Con Steve Martin e Daryl Hannah - Trailer Cinematografico



      

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