martes, 13 de agosto de 2013

LUIS PIEDRA BUENA



                                           * Escribe: Miguel Ángel Giordano (Escritoriador, Argentina)



Nacido en la localidad de Carmen de Patagones (Prov. De Buenos Aires), el 24 de agosto de 1833, este histórico marino, del cual todo lo que se puede decir no alcanza para mostrarlo en su total magnitud, tuvo su accionar en el sur argentino defendiendo nuestra soberanía, siempre con escasísimos recursos, apelando a su inventiva y con un amor enorme hacia su patria, agregado a  su  férrea voluntad que jamás doblegó ninguno de los obstáculos a los que tuvo que enfrentarse.
Desde sus primeros años reveló una afición singular por la náutica. A los catorce años y a escondidas de sus padres, armó un pequeño bote o balsa y enfiló hacia el mar. Unos días después, es hallado por una nave norteamericana comandada por el capitán Lemon, quien al verlo tan decidido, le solicita a sus padres que le permitan llevarlo a los EEUU para instruirlo en las artes marinas. A su regreso, Piedra Buena era ya un avezado marino y comienza sus incursiones en los mares del sur. 
En la Patagonia y en Tierra del Fuego, afirmó nuestra  soberanía, en tiempos en que esas tierras estaban desoladas y solo se hallaban tribus del pueblo tehuelche y poca población blanca que no era protegida desde el Gobierno Nacional. Por su labor, con el paso del tiempo, Piedra Buena alcanzó en el escalafón naval, el grado de teniente coronel de Marina que se equipara actualmente con el de Capitán de Fragata.
Dentro de sus importantes acciones, tanto navales como terrestres, menciono:
1848: Piedra Buena llega a las islas Malvinas para cargar víveres y luego continúa hacia el cabo de Hornos, cruza al continente antártico y regresa a Carmen de Patagones.
1849: Ya como oficial, zarpa del puerto de Montevideo a Tierra del Fuego, para aprovisionar a los misioneros anglicanos del grupo de Allen Gardiner. Como todo un héroe, rescata en la Isla de los Estados, a catorce náufragos de un buque alemán, por lo que es condecorado por el gobierno de ese país.
Al llegar a la isla Navarino, se entera de que los misioneros ingleses se habían trasladado a Puerto Spaniard, y dirigiéndose allí por el canal de Beagle, se encuentra con una de las dos naves con siete cadáveres, no encontrando la otra adonde estaría Gardiner (esa característica de solidaridad y arrojo, quedaría marcado a fuego para siempre, entre los marinos, de lo que fue Piedra Buena).
1850: Lleva lanares y vacunos a las Islas Malvinas. Regresa a la Antártida. Navega por los canales fueguinos, conoce a los pueblos Aonikenk, a quienes trata de inculcarles el sentido de la Patria.
1854: Auxilia a 24 náufragos de un temporal.
1855: Al mando de la goleta “Manuelita”, rescata de la muerte en Punta Ninfas a la tripulación de la barca ballenera “Dolphin”, de los Estados Unidos.
1859: Remonta el río Santa Cruz y llega a una isla fluvial a la que denomina "Pavón", la cual le es cedida por el gobierno, instalando en ella una factoría y en donde habilita un puesto de apoyo en la Isla de los Estados, al este-sudeste de Tierra del Fuego, llamado Puerto Cook.
1860: Con su propio buque, la goleta “Nancy”, que procede a armar para defender el territorio y las costas del sur patagónico, continúa salvando vidas.    1862: Construye en la Isla de los Estados, un pequeño refugio en cabo San Juan, en donde el comodoro Augusto Lasserre,  en abril de 1884,  construiría el Faro de San Juan de Salvamento, más conocido como “El faro del Fin del Mundo”, quedando al cuidado de los hombres de su tripulación y alzando en él, la bandera nacional.



1863: Llega a la bahía San Gregorio, en la orilla continental del Estrecho de Magallanes y hace amistad con el cacique Casimiro Biguá (un importante tehuelche criado desde 1829 por el marino argentino de origen francés y comandante del fuerte de Carmen de Patagones, Francisco Fourmantin), a quien transporta a Buenos Aires y consigue de las autoridades nacionales, que sea designado oficialmente a Biguá: “Cacique de San Gregorio”. Piedra Buena obsequia a Biguá el pabellón de su barco, que ha dejado de llamarse "Nancy" para nombrarlo como al heroico marino criollo: “Espora”.
Escribe sobre un peñasco del cabo de Hornos: “Aquí termina el dominio de la República Argentina” (señalando el extremo sur reclamado por Argentina en el Continente de América).
1873: Viajando con la goleta “Espora” a la Isla de los Estados, en el mes de marzo, lo sorprende un terrible temporal que deriva a la nave contra las rocas y se produce la pérdida de la misma. Con los restos de la nave y luego de una ardua tarea, construye el pequeño cúter “Luisito” y navega hacia el pueblo chileno de Punta Arenas. Desde allí, regresa a la isla de los Estados y rescata a los náufragos del buque “Eagle”.  


1875: Piedra Buena vende su nave “Luisito” para pagar los gastos del viaje a Buenos Aires, en donde se encuentra con Félix Frías, que era el Presidente de la Cámara de Diputados, para nutrirlo de información en sus discursos y sus artículos al hablar de la Patagonia y al defender nuestros derechos.
1876: Convencido el Gobierno Nacional de la imprescindible necesidad de efectuar viajes periódicos al Sur con alguna embarcación, confió esta misión a Piedra Buena y le otorga una subvención para que con un buque particular realizase este servicio. 
1878: 17 de abril, el gobierno de la República Argentina lo asciende a sargento mayor con grado de Teniente Coronel.
1882: Con la “Cabo de Hornos”, interviene en la expedición científica a la Patagonia meridional, del marino italiano Giácomo Bove. El viaje tuvo una duración de ocho meses y reconoció como centro principal de observación la Isla de los Estados, que el gobierno había otorgado a Piedra Buena.
El 8 de noviembre del mismo año, el presidente de la Nación Julio A. Roca, le da el grado efectivo de teniente coronel de la Marina de Guerra.

A este increíble hombre de nuestra historia, se le daban sólo instrucciones verbales, "pagándole" con honores y concesiones que nada costaban. En la actualidad, su nombre figura solamente en cuatro decretos oficiales.
El 10 de agosto de 1883, a la hora 20:45, el Comandante Luis Piedra Buena, también llamado el “caballero andante” de los mares australes, muere en la calle Tucumán N° 50 de la Ciudad de Buenos Aires.
Según el Contraalmirante Laurio Destefani: "Un dolor sin palabras golpeó a los hombres de la Armada: se había ido el más marino de los marinos."

El héroe de nuestras aguas del sur, es recordado en la ciudad de Buenos Aires, con una Avenida de 23 cuadras de extensión que pasa por un Complejo Habitacional que lleva su nombre, en el barrio de Villa Lugano. Sus calles interiores llevan los nombres más significativos en la vida del héroe: Goleta Manuelita, Goleta Santa Cruz, Goleta Julia, Barca Cabo de Hornos, Pailebot Davison, Bergantín Espora y Cuter Luisito, que permiten mantener viva la historia y nuestra identidad nacional.
También, tiene una localidad que lo recuerda: Comandante Luis Piedra Buena, denominada el “Oasis en la Patagonia”, que es una Ciudad de 6500 habitantes, del departamento Corpen Aike, en la provincia de Santa Cruz.
Es el mismo lugar en el que, en el año 1859, Piedra Buena fundó con el nombre de “Isla Pavón” y que el gobierno nacional, en el año 1933, le cambia el nombre y en su homenaje, le pone el suyo.
Se encuentra ubicada sobre el margen izquierdo del río Santa Cruz, en la Ruta Nacional N° 3, donde se establece la Autovía Piedra Buena, a 231 km de la ciudad de Río Gallegos y a 467 km de Caleta Olivia. Desde esta localidad hasta la ciudad de Buenos Aires, hay 2300 Kilómetros.


Su nave “Nancy” figura en el escudo del municipio que lleva su nombre y su casa, ubicada en la Isla Pavón, en la que vivió junto a su esposa Dña. Julia Dufour (que es la primera mujer blanca que vivió en la Patagonia), se hallan estampadas en la bandera de la ciudad.
Este hombre, que defendió nuestra soberanía solo con un pequeño buque de su propiedad, merece un reconocimiento permanente de nuestra parte, muchísimo más en estas épocas, en que escasean los valores éticos, morales y espirituales, como asimismo, el incondicional sentimiento hacia la tierra que nos alberga.

(Fuentes: El material propio estuvo enriquecido por Google * http://www.revisionistas.com.ar/?p=3318)

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