lunes, 27 de julio de 2015

CARLOS SCHAEFER GALLO - "TRIBUTO”


 * Recopilación y comentarios: Miguel Ángel Giordano *
(Escritoriador Argentino Independiente)

Este importante poeta, escritor, periodista, comediógrafo y autor de obras teatrales, nació en la provincia de Santiago del Estero, el 19 de setiembre de 1889 y falleció en Buenos Aires, el 21 de enero de 1966.
Su padre fueron: Francisco José Schaefer Von Stein y Amelia Gallo. Estuvo casado con Angelina Peña Somoza y tuvieron dos hijos: Carlos Schaefer Gallo Peña y la exquisita escritora Beatriz Schaefer (Gallo) Peña, con quien mantengo una hermosa amistad desde hace más de 25 años y que fue compañera mía en diversas Comisiones y actividades dentro de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores).
 
Poeta Beatriz Schaefer Peña
Schaefer Gallo se inició con sustanciales notas para el periodismo, en los diarios El liberal, El siglo y El porvenir, éste último dirigido por él mismo, en la capital santiagueña. Pero, también, se desempeñó como actor aficionado.
Llegado a Buenos Aires, trabajó como periodista en las publicaciones: La Mañana, Caras y Caretas y Argentina.
Por esa época, fundó la revista nativa “Mate Amargo” y la asistencial “Cruz Verde”.
Su fructifica trayectoria lo convirtió en un gran referente de la literatura y del teatro argentino, Schaefer Gallo, se destacó por sus originales obras teatrales que fueron puestas en escena por grandes compañías, como la del enorme actor Florencio Parravicini6 y la de Pablo Podestá.
Su ingreso en el teatro, ocurre el 26 de mayo de 1913, cuando Pablo Podestá le estrena su primera obra: “La Novia de Zupay”, un drama en tres actos,  donde el papel de Turay estaba a cargo de Pablo Podestá y el del Kakuy, a cargo de la actriz Camila Quiroga.
A partir de allí, no paró y se fueron sucediendo, una tras otra, las obras de su inconfundible creatividad, por lo que llega a escribir un total de 150, varias de ellas en colaboración con personalidades como: Enrique García Velloso, Florencio Parravicini, Elías Alippi, Luis Bayón Herrera, José González Castillo, José León Pagano, Antonio Botta, Alberto Weisbach, Alberto Ballestero, etc.
Entre los años 1933 y 1947, escribió relatos, crónicas, cuentos, novelas para varias emisoras de Buenos Aires.



“Carlos Schaefer Gallo y Carlos Gardel”
El gran autor, solía recordar al “Zorzal Criollo”, con las siguientes palabras:
Conocí a Carlitos en 1916, cuando aún no estaba ungido por la fama. Fue a raíz del estreno de mi comedia ‘La provincianita’, interpretada por la compañía de Angelina Pagano y Francisco Ducasse, en el Teatro Buenos Aires. En dicha obra Gardel cantaba una serenata entre bastidores, pero, sin figurar en el programa.
Solíamos cenar en ‘El Tropezón’, pero con más frecuencia en el ‘Conte’, de Cangallo, frente a la cortada Carabelas. Allí nos reuníamos Elías Alippi, Enrique Muiño, Alberto Novión y Luis Bayón Herrera, siendo también comensal, de vez en cuando la cancionista Linda Thelma.
Cierta madrugada, al salir del cabaret de la Galería Florida, encontramos a Gardel, en mangas de camisa:
-          ¡Carlitos!, ¿qué andás haciendo a estas horas y con esa facha? ¡Has perdido la línea!
-          No, che - respondió -, es que me estoy poniendo gordo y a estas horas salgo a caminar para rebajar de peso. A las minas no les gusta que aumente de mondongo.

Gardel cantó mi tango ‘Mangiá mangiá papirusa’, que tenía la música de Arturo De Bassi. Fue a su regreso de París, en 1928, en el Teatro Ópera, en una función a beneficio de la compañía Pomar y también, mi otro tango, ‘Déjeme que la acompañe’, el mismo año, en Montevideo, en el Teatro Solís”.


* ‘Déjeme que la acompañe’, cuya música pertenece a Augusto Umberto Gentile, fue grabado por Francisco Canaro en el año 1923.
En 1929, lo grabó Charlo con la orquesta de Pancho Lomuto.
Su estribillo dice:
¡Déjeme que la acompañe,
ricurita, vida mía,
no desprecie mi querer! »
Aquel hombre me decía
así un día y otro día
al pasar por el taller;
sola y triste con mi anhelo,
un amor ambicionaba
que me diera su consuelo;
aquel hombre fue el primero
que un cariño me brindara
con el lujo y el dinero.



Entre algunas de sus obras, menciono:
          La borrachera del tango
          La novia de Zupay (1913)
          El ilustre desconocido (1919)
          La provincita (1919)
          La bodega (1919)
          La suegra del diablo (1920)
          Canciones populares (1920)
          El gaucho judío (1920), estrenada por la Compañía de Elías Allipi.
          El dolor del bárbaro (1920)
          Las rosas de la aurora (1920)
          La purpurina (1921)
          El íntimo amigo (1921)
          Un viaje al infierno (1921)
          Es zonzo el cristiano macho cuando el amor lo domina (1922)
          A las nueve en el convento
          Los hijos de colonia (1924)
          El hombre del sud (1925)
          El candombe federal (1930)
          Malatesta (1931)
          La cueva de la ratona (1931)
          La mazorquera de Monserrat (1931)
          La trepadora
          Hay que hacerse el chancho rengo (1933)
          Los dueños de Buenos Aires (1933)
          Flor de fango o El último malevo
          Retratos en movimiento (1945)
          La leyenda de Kakuy (1958)
          El rastro del Lobo
          Héroes de la espada antigua
          Ciudad Roja
          El revés de la máscara (1965)

“La raíz en la piedra”, fue premiada por unanimidad en el certamen “Selección” de Argentores en el año 1956.
Luego, fue estrenada en el Teatro Nacional Cervantes, por el elenco de actores de Santiago del Estero, en el Certamen Nacional de Conjuntos Teatrales.


(Fuentes: La fotos son copias de las originales cedidas gentilmente por su hija: Beatriz Schaefer Peña y de Google.
El material propio estuvo enriquecido por






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