jueves, 14 de marzo de 2013

MI QUERIDA JANE

                                                 Escribe MIGUEL ÁNGEL GIORDANO (Escritoriador, Argentina)
                                                                                                                magiordanos@yahoo.com.ar

 

Tenía once años cuando la conocí. Ahí me di cuenta que, aparte de mi madre, existía otra mujer. Otras mujeres.
Fui al cine Villa Crespo a reírme con “Bojope” y la descubrí a ella. Su amplia boca carnosa pintada de rojo furioso que invitaba a ser mordida hasta el hartazgo, hasta que la sangre brote de su piel y se confunda con el rouge.
Su cabellera – fabulosa -, colorada o renegrida,… ¡Qué se yo!, ensortijaba mis pensamientos y los enredaba en enigmáticos sueños y deseos imposibles.
Y sus tetas. ¡Ahhh… sus tetas! Turgentes, amenazantes, como invitándome a través de la pantalla a aventuras románticas y peligrosas, o vaya uno a saber a qué cosas desconocidas para mí.
Ella me hipnotizaba con sus hombros descubiertos y descubría yo un nuevo mundo, sensual, erótico y secreto.
Pero en ese sortilegio manipulador, lo que en verdad me enloquecía eran sus ojos, su mirada provocadora, provocativa, penetrante.
Al día siguiente regresé al cine para verla otra vez, porque había sentido que ella me había descubierto y que algo pretendía hacer conmigo.
Y fue un momento muy mágico cuando miró hacia la platea buscándome - o eso creía yo -, clavó su mirada en mis ojos y sonrió tenuemente con el labio algo torcido y la boca entreabierta.
Ahí, en ese preciso instante, enloquecí. Se había fijado en mí y yo no sabía cómo corresponderle, como responderle.
La visité durante toda la semana hasta que sacaron la película de cartel y cada vez que nos mirábamos, yo sentía una vibración extraña y desconocida que me embriagaba y mis fantasías eran infinitas y lujuriosas.

Por las noches soñaba que ella salía de la pantalla y nos íbamos por la Avenida Corrientes abrazados hacia ocultos rincones. Mucho tiempo antes de que Woddy Allen haga “La rosa púrpura del Cairo”, yo ya había hecho lo mismo con “Mi Querida Jane”.
Pocos años después, en los límites de mi adolescencia, la volví a ver. Esta vez acompañada de una rubia deslumbrante. Se llamaba Marilyn y las dos juntas eran una explosión nuclear. Y ni hablar cuando cantaban y bailaban.
Se derrumbaban las butacas y la pantalla blanca cinemascopica  se encendía de rojo y todos delirábamos y aullábamos cual lobos hambrientos de Siberia.

Este último 28 de febrero, se cumplieron dos años cuando mi Jane, “se fue de gira” por ignotos y enigmáticos paisajes.
Pero a mi edad, aún la recuerdo con el mismo cariño de mi niñez y de mi adolescencia. Porque aunque ella nunca se enteró, pantalla mediante, fue la primera mujer de mi vida, a quien siempre le he sido fiel y porque generó en mí, el amor y el respeto hacia la belleza del sexo opuesto.

Hasta cualquier momento Jane Russell, o hasta que en el cine de mi barrio vea la “cola” de tu próxima película y aparezca el cartelito:”Próximamente en esta sala”.

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Actriz y símbolo sexual de los años 1940 y 1950, Ernestine Jane Geraldine Russell, nació el 21 de junio de 1921 en  Bemidji, Minnesota, Estados Unidos y falleció el 28 de febrero de 2011 en Santa María, California[], Estados Unidos.
Russell trabajaba como modelo y secretaria de un médico cuando fue contratada por el magnate Howard Hughes para actuar en la película The Outlaw (El forajido o Fuera de la ley) de 1943.

 

Russell en The Outlaw, de 1943

 

En una escena de la película que transcurre en un pajar, Jane muestra todos sus encantos y se insinuaba casi sórdidamente, con la camisa desabrochada hasta más allá de lo permitido para la época. La película fue censurada en varios estados y permaneció  retenida durante cinco años. 
Fue el busto de Jane, el crucial aspecto en la controversia alrededor de la película que impidió su estreno. Los senos de Jane (96 cm.), mostrados en el film con toda voluptuosidad - gracias al brassiere con soporte especial diseñado por el propio Hughes -fueron una traba para que pasara la censura del Código Hayes, lo que fue logrado en 1946.
La cinta convirtió a Jane en un mito erótico y empezó a ser convocada para participar en programas radiales de humoristas de la época de la talla de Bob Hope y apareció como modelo de glamour en revistas militares.
Su descubridor y amante Howard Hughes, había decidido hacer de Jane Russell una verdadera estrella y trabajó para los estudios RKO, lo que hizo que ella fuese una de las mejores pagadas del momento en Hollywood, con contratos insólitos que incluso le proporcionaron, una vez ya retirada del cine, 1000 dólares semanales de por vida.
Con su mirada tórrida y sensualidad resplandeciente, Russell se convirtió en una estrella antes de que fuera vista por una amplia audiencia de cinéfilos.
Los múltiples publicistas de Hughes distribuyeron fotografías de esa belleza con ropa escotada y en trajes de baño, volviéndose famosa, especialmente como chica de calendario de los soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.

En 1948 junto al nombrado Bob Hope y Robert Armstrong, participa en el  recordado film The Paleface (El carapálida), donde abruma por su presencia sensual.
En 1951 fue compañera de Frank Sinatra y Groucho Marx, en una comedia llamada “Don Dólar” y ese mismo año intervino en “Las fronteras del crimen” un melodrama pasional ambientado en los bajos fondos.










En 1952, nuevamente junto a Bob Hope, realiza una secuela de “El Carapálida”, denominada “El hijo del Carapálida”, que fue tan exitosa como la primera.

 

Su etapa filmográfica más importante ocurre en la primera mitad de la década de 1950, cuando interviene en His Kind of Woman (Las fronteras del crimen, 1951), Macao (1952) y especialmente Gentlemen Prefer Blondes (Los caballeros las prefieren rubias, 1953), deliciosa comedia de Howard Hawks, convirtiéndose en uno de los títulos más importantes de la comedia americana y por el cual Jane es muy bien recordada.
En la cinta compartió cartel con Marilyn Monroe, quien sólo cobraba 500 dólares semanales contra los 200.000 dólares de Jane.
Pero esta situación no hizo que surgieran disputas entre ellas, pues Marilyn y Jane se compenetraron a la perfección y se hicieron muy buenas amigas.
Las estupendas interpretaciones de ambas actrices que encarnaban a Lorelei y Dorothy, dos artistas del espectáculo ávidas de encontrar marido y las pegadizas canciones, han pasado a la posteridad y aún hoy se recuerdan con cariño, en especial, cuando cantan a dúo Two Little Girls From Little Rock o el mítico "Diamonds Are a Girl's Best Friends" cantado por la Monroe o "Bye Bye Baby" interpretado por ambas.

Luego Jane Russell rodó una especie de secuela, Gentlemen Marry Brunettes (Los caballeros se casan con las morenas, 1955) y Hot Blood (Sangre caliente, 1956).






 

 
 
En el año 1955 interpreta junto a Clark Gable “Los implacables”, con bastante éxito de taquilla.

 

 
Por encima de todas estas películas, se destaca ”Una aventurera en Macao”, en la que emparejaron a Jane con galanes de la talla de Robert Mitchum y Víctor Mature. Mitchum y Jane formaron una pareja explosiva, pero no volvieron a protagonizar juntos ninguna otra película, pues Robert tenía aspiraciones más ambiciosas que el que lo encasillaran como pareja de Jane.




Durante la década de 1960, sus películas aparecían cada vez más espaciadas. Aparece en “Los pasos del destino”“Johnny Reno”“Waco”, éstas últimas dos rodadas en 1966. En 1967 filma “Bon Losers”.
Luego de Más oscuro que el ámbar (1970), Jane se retiró definitivamente del mundo del cine dedicándose a la televisión, al teatro musical en Broadway y al mundo de la publicidad.

En su vida privada, Jane no fue una actriz exhibicionista de sus asuntos personales.
Contrajo matrimonio en tres ocasiones. La primera con el jugador de fútbol americano Bob Waterfield, quien intervino en la película Jungle Manhunt (1951), en un enlace que duraría desde 1943 hasta 1968. Su segundo marido Rober Barrett, moriría el mismo año de su boda (1968). En 1974  se casa con John Calvin Peoples, y permanece casada hasta la muerte de éste.
Jane finalmente, se dedicó a trabajar en el ámbito teatral con la obra “Catch Me if you can” por la que obtuvo críticas inmejorables logrando un gran éxito.
En 1985, escribió su autobiografía, "Jane Russell: My Path and My Detours" y escribió el prefacio del libro "Killer Tomatoes" con la biografía de quince estrellas del celuloide, incluyendo la suya.
En su autobiografía escribió que el brassiere de Hughes, sin costuras para mostrar más al natural la anatomía de Jane, no lo usó nunca, prefiriendo los que ella acostumbraba ponerse.
Confiesa además, que por un aborto anterior no pudo tener hijos, por lo que en su primer matrimonio, decide adoptar a tres niños y en los años 50 creó la Fundación Internacional de Adopciones.

Siempre dijo “voy a morir en acción; no me voy a quedar sentada en casa a convertirme en una anciana'''.
Y eso es exactamente lo que hizo: murió creando y haciendo cosas.
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Fuentes: El material propio estuvo enriquecido con fragmentos publicados en:
www.wikipedia.orghttp://sqsmaravillosa.wordpress.com/2010/09/19/jane-russell/
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=460439
http://www.hoycinema.com/perfil/Jane-Russell.htm
http://www.amazon.com/dp/6305436320?tag=exordio&link_code=as3&creativeASIN=6305436320&creative=373489&camp=211189

 

 

 

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